Imaginarnos nuestro movimiento diario como si fuera nuestra dieta diaria, es un concepto muy potente.
Y funciona no sólo porque es una buena metáfora, sino porque el movimiento, literalmente es lo que alimenta a nuestras células.
Katy Bowman (Nutritious Movement), experta en biomecánica y autora de libros como «Move your DNA», inventó este concepto de «movimiento como nutrición» para explicar algo muy básico, pero que, hasta los expertos, suelen pasar por alto.
Alimentando las células
Ya he hablado alguna vez sobre cómo nos adaptamos continuamente a nuestro entorno, pero que, además, lo hace cada una de nuestras células.
Esto quiere decir, que cada célula puede adaptarse de forma diferente al resto. Esto depende de los nutrientes que le lleguen (a través de la sangre) y de los estímulos que reciba.
De hecho, aquí explico cómo en un estudio se observó que la expresión de los genes (que se activaran o no) de las células de una pierna fue diferente a la de la otra, tras varias semanas de sólo ejercitar una de ellas.
Es decir, si movemos una parte del cuerpo, se producen cambios a nivel celular que sólo se producen en esa parte del cuerpo, no es todo el organismo.
Por eso insisto tanto en la importancia de añadir más variabilidad a la forma de movernos.
No sólo hay que moverse más, sino de formas más variadas.
Además, como expliqué el otro día, el movimiento (mediante la contracción muscular) ayuda a llevar la sangre (con sus nutrientes) a las distintas partes del cuerpo:
Si no movemos una parte del cuerpo, llegará menos sangre, menos nutrientes y le costará más estar sana o repararse.
Nutrientes
Hoy en día casi todo el mundo sabe que necesitamos una serie de nutrientes para vivir.
Por un lado tenemos los «macronutrientes»: carbohidratos, grasas y proteínas.
Mientras que por otro tenemos los «micronutrientes»: vitaminas y minerales.
También sabemos que es necesario un mínimo de cada un de ellos y que un exceso de alguno puede ser perjudicial.
Hay debate sobre las proporciones ideales, pero en general sobre esto está todo el mundo de acuerdo.
Pues el movimiento podríamos verlo como nutrientes también.
Necesitamos movimiento de baja intensidad, pero frecuente, como caminar. Esto podrían ser las grasas en nuestra metáfora.
Pero también necesitamos movimientos enérgicos, aunque menos duraderos y frecuentes.
Necesitamos hacer movimientos con todo el cuerpo a la vez, usando los grandes grupos musculares, pero también mover esos músculos pequeños que nos hacen tener la precisión necesaria para escribir, dibujar o tocar un instrumento.
Y así podríamos seguir con distintos tipos de movimientos e intensidades.
Si lo vemos así, movernos como se suele mover una persona sedentaria sería como comer todos los días en el MacDonalds.
Siempre moviéndonos de la misma manera. De una manera muy artificial y poco nutritiva.
Aunque luego habrá quien, para compensar esa comida, se coma de vez en cuando una ensalada (irse a correr, al gimnasio, etc).
Pero todos sabemos que comer más lechuga no elimina las hamburguesas que nos hemos comido, ¿no? 😉
Además, esas ensaladas o comidas más sanas que añadimos de vez en cuando, suelen ser también muy poco nutritivas.
Porque suelen ser sólo de lechuga (correr) o sólo de tomate (bicicleta), de brócoli (jugar a un deporte) o algo variada (como Crossfit, entrenamiento funcional, calistenia, etc) pero a la que le faltan de otros nutrientes.
NOTA: La relación entre actividades y alimentos es totalmente arbitraria. Son simplemente un ejemplo.
Se puede ser un atleta y faltarte muchos nutrientes en tu dieta de movimiento.

Las personas activas, son sedentarias la mayor parte del día.
(Captura del vídeo de abajo)
De hecho se estima que la diferencia entre una personas considerada sedentaria y otra considerada «activa» es de un 4% más de movimiento en el día.
Lo cual es casi nada.
Por eso, de cara a la salud, lo importante es moverse de forma más variada, a lo largo de todo el día. No tanto movernos mucho de una sola manera durante un rato al día.
Pero dejo a Katy que explique en su vídeo, que lo hace mucho mejor que yo 😉
NOTA: El vídeo está en inglés, pero tiene subtítulos en español. Sólo tienen que activarlos.
Coherencia evolutiva.¿ Cómo y cuánto nos hemos movido durante cientos de miles de años? Desde luego más y mejor que en la actualidad. Gracias por el artículo y por los videos
Hola, Hector.
Gracias a ti por leerlo y comentar 🙂
Un saludo.
Muy bueno Juanje! Gracias por compartir esta joya de vídeo, qué maravilla!!
Saludos artista!
¡Muchas gracias, Sergio!
La verdad que sí, el vídeo es una joya. Que bien que tradujeron los subtítulos, para que llegue a más gente.
Un abrazo, crack 🙂