Incremento de 32% de una proteína (BDNF) responsable de la creación de nuevas neuronas tras hacer ejercicio aeróbico de entre 20 y 40 minutos.

(Hillman et al, Pediatrics/The Atlantic)
Esas son las conclusiones del siguiente estudio:
Éste es uno de los muchos estudios que demuestran cómo influye nuestra actividad física con el buen funcionamiento de nuestro cerebro.
Por eso, cada vez se tiene más clara que es una de las formas más fiables y seguras de luchar contra enfermedades mentales de todo tipo, incluyendo las degenerativas.
Hacer ejercicio no tienen efectos secundarios (al contrario que los medicamentos) y es la forma natural que tiene el cuerpo de regular la química del cerebro y de hacer que se regenere o crezca.
Realmente no es nada nuevo ni mágico, lo que pasa es que en las últimas décadas se han hecho bastantes estudios que nos revelan cómo ocurre esto.
Pero teniendo en cuenta que la función principal del cerebro es generar movimiento para nuestra supervivencia (comer, reproducirnos, buscar cobijo, huir de peligros, comunicarnos, etc), la falta de movimiento equivale a falta de uso.
Y como ya sabemos, en organismos biológicos:
Ningún organismo va a mantener tejidos o células que no se usen. Es un gasto de recursos que pone en peligro la supervivencia.
Y lo que comento siempre. No es que el ejercicio tenga algo mágico que «cure» el cerebro. El cerebro está en continua adaptación (como el resto del cuerpo) y si recibe los estímulos adecuados (en este caso, el movimiento), se adapta creciendo y reparando las partes dañadas.
¿Las explicaciones fisiológicas y evolutivas?
El ejercicio físico aumenta la cantidad de sangre que llega al cerebro, lo que significa más oxígeno que pueden usar las neuronas para crear energía y funcionar mejor.
Los músculos mandan señales en forma de proteínas que promueven la creación de nuevas neuronas en determinadas zonas del cerebro relacionadas con la memoria y el aprendizaje.
(Justo de lo que habla el estudio que enlazo al principio)
Cuando nuestro cerebro evolucionó, correr o hacer un esfuerzo intenso solía estar relacionado con la huida de un depredador, la búsqueda de comida o algún hecho vital para nuestra supervivencia. Así que tener nuevas neuronas con las que recordar este hecho y sus circunstancias, para ayudarnos en el futuro nos resultó muy útil.
El esfuerzo del cerebro por coordinar partes del cuerpo para realizar nuevas tareas y adaptarse al entorno promueve la creación de nuevas conexiones entre neuronas y que se usen las nuevas neuronas creadas (gracias a las proteínas que comentaba antes).
Hay que tener en cuenta que las nuevas neuronas que no se usan, se eliminan. Recordemos que ningún organismo vivo mantiene nada que no sea útil y se use.
Así que hacer una actividad relativamente compleja (física o cognitiva), nos asegura que se mantengan las nuevas neuronas creadas.
Luego las neuronas podrán usarse para otras funciones, pero aprender algo nuevo, hacer una actividad creativa, o una actividad compleja después de hacer un ejercicio intenso es la mejor manera de garantizar el crecimiento de nuestro cerebro y sus capacidades.
Tiene lógica desde el punto de vista evolutivo y los (cada vez más abundantes) estudios, lo demuestran, así que muévanse a menudo y hagan algún esfuerzo de intensidad media-alta de vez en cuando si quieren mantener la salud de su cerebro.
Conclusión
Y si tienen que aprender algo nuevo, trabajar en algo complejo o creativo, o simplemente quieren rendir mejor en el trabajo (o las clases), échense una carrerita, paseo a paso rápido, o cualquier cosa que les haga respirar intensamente y subir las pulsaciones durante un rato, antes.
Mejorarán sus resultados 😉