Un meta-estudio (estudio de muchos estudios) reciente muestra evidencia científica de como el ejercicio físico se puede prescribir como medicina para, al menos, unas 26 enfermedades crónicas.
Exercise as medicine – evidence for prescribing exercise as therapy in 26 different chronic diseases
El estudio documenta el tipo de ejercicio (con sus beneficios y posibles efectos secundarios) para cada una de ellas.
Desde enfermedades psiquiátricas (depresión, ansiedad, estrés o ezquizofrenia) a enfermedades pulmonares (EPOC, asma o fibrosis quística), pasando por enfermedades neurológicas, metabólicas y musculo-esqueléticas.
Cada vez hay más evidencias sobre el tema, ahora falta que nos apliquemos el cuento y nos movamos más. Y mejor.
E intenten no caer en la trampa de siempre:
Esperar a estar mal, para tratar de poner un remedio. Lo que se lista en el estudio no son ejercicios mágicos que curan enfermedades, sino ejercicios que (en la mayoría de los casos) no se hicieron lo suficiente e hicieron que el cuerpo enfermara.
Así como la fruta fresca no era realmente un remedio para el escorbuto, sino que la falta de las vitaminas que éstas proveían eran la causa del escorbuto, una cierta actividad física diaria es necesaria para mantener la salud y no tener que usar el ejercicio como medicina.