¿Cómo elimina grasa nuestro cuerpo?

Entender el proceso fisiológico por el que la grasa desaparece de nuestro cuerpo, puede ayudarnos a entender por qué y cómo funcionan algunos métodos para perder grasa.

Les recomiendo ver el vídeo del doctor Andy Galpin porque lo explica muy sencillo y, aunque está en inglés, tiene subtítulos en español.

El vídeo está en inglés, pero tiene subtítulos en español.

Esto no va de qué hacer para perder grasa, sino de cómo es el proceso fisiológico por el que la grasa pasa de estar en nuestro cuerpo, a no estarlo.

 

Energía de las células (metabolismo basal)

Antes de nada hay que entender que las células usan una molécula llamada ATP como «moneda» de intercambio de energía.

Es decir, para vivir y poder realizar sus funciones, las células necesitan energía y la forma de obtenerla es mediante el uso de estas moléculas, ATP.

Básicamente, al romperse los enlaces de esas moléculas de ATP se libera mucha energía y ésta es usada luego por la célula.

El «metabolismo basal», sería la cantidad mínima de energía que necesita la célula para estar viva.
También se usa «metabolismo basal» para referirse a la energía que necesita todo el organismo (por ejemplo, una persona) para sobrevivir y se mide en «kilocalorías».

De aquí vienen las famosas calorías que contamos al comer o cuando hacemos ejercicio.
Las usamos de referencia de la energía de más o de menos que tenemos, aunque ahora veremos qué relación tiene realmente esto con la grasa.

 

Distintas formas de almacenar energía

Las células pueden obtener estos ATP de diferentes fuentes, pero las principales son:

  • Grasas.
  • Glucosa (carbohidratos y azúcares).
  • Aminoácidos (proteínas).

Pero realmente las fuentes que más usa el organismo son las grasas y la glucosa. Los aminoácidos no aportan tanta energía como las grasas y son más útiles para la construcción de tejidos y para mandar señales.

Si nos centramos en las grasas y la glucosa veremos que esencialmente son moléculas formadas por varios átomos de carbono.
Las grasas tienen bastantes más átomos de carbono que la glucosa y eso es importante:

A más carbonos, más posibles ATPs, es decir, más energía.

⬆️   Carbonos   =   ⬆️   posibles ATPs   =   ⬆️   Energía

Por eso es más eficiente almacenar la energía sobrante en forma de grasa, en el tejido adiposo.
Podemos guardar más cantidad en menos espacio.

Independientemente de si la energía potencial nos viene de un alimento rico en glucosa, de uno rico en grasa o de otra parte del cuerpo, dicha energía potencial será una molécula formada por varios carbonos y podrá transformarse en grasa (una molécula grande de carbono) para almacenarse en el tejido adiposo.

Así es como acaba la energía sobrante en nuestro tejido adiposo. Es decir, en nuestros «michelines».

Otra forma de almacenar energía es en forma de glucógeno en los músculos y el hígado.
El glucógeno es una forma de almacenar la glucosa.

Esta forma de almacenar energía es interesante para los músculos porque permite tener glucosa rápidamente (al estar en el mismo músculo).
Además, la glucosa se convierte en energía más rápido que la grasa, al ser cadenas más cortas de carbono.

 

Distintas formas de obtener energía

Como expliqué antes, la energía la obtenemos al romper moléculas de carbono.
El vídeo explica más en detalle el proceso, pero tanto si partimos de glucosa, como si partimos de grasa, el proceso consiste en ir partiendo la molécula en otras más pequeñas, hasta que ya no se pueden dividir más.

Cada vez que se rompe una molécula de carbono en otras más pequeñas se obtiene un ATP, es decir, energía.

 

¿Qué pasa con todos esos carbonos?

Pues ahí está la cosa. Después de tanto romper moléculas, nos quedamos con un montón de carbonos (que antes fueron grasa o glucosa) flotando por la célula.

Pero si se une una molécula de carbono (C) de oxígeno (O2) que ha llegado a la célula gracias a la respiración, tenemos una molécula de dióxido de carbono (CO2).
Que es precisamente lo que expulsamos cuando respiramos.

Así que la manera que tenemos de librarnos de esos carbonos sobrantes es juntarlo con el oxígeno que inspiramos y expulsarlos al exhalar.

Y, teniendo en cuenta que parte de ese carbono sobrante antes era grasa, se podría decir que expulsamos la grasa al respirar 🙂

Captura del vídeo fat-loss

Captura del vídeo donde se muestra el proceso.

Esa es la forma principal que tiene de salir de nuestro cuerpo la grasa.

También hay que tener en cuenta que el cuerpo intentará reestablecer el equilibrio energético y mantener los depósitos de glucógeno llenos.

Si se han expulsado los carbonos de la glucosa con la respiración, el cuerpo tratará de volver a llenar los depósitos de glucógeno con glucosa. Pero si no hay glucosa disponible, buscará grasa en el tejido adiposo y la convertirá en glucosa para poder almacenarla en el músculo.

 

Conclusión

Una parte de la grasa desaparece al convertirla en energía y expulsarla con la respiración, mientras que otra se transforma en glucosa, para ser almacenada en los depósitos de glucógeno de los músculos.

 

Tengan en cuenta que todos estos procesos son mucho más complejos y que esto es una simplificación para entender mejor qué es lo que hace nuestro cuerpo.

Espero que esto les sirva para entender mejor todo ese jaleo de «consumir calorías», «quemar calorías» y su relación real con la «pérdida de grasa».

 

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